PREMIOS INJUVE DE DISEÑO: VIRGINIA BRU

La joven diseñadora de moda Virginia Bru presenta en la muestra del Injuve dos propuestas: una colección de muñecas vestidas con trajes realizados por la creativa, así como el reconocido proyecto Sombrerobolsa, que llevó a cabo junto con Rafael Vinader. 8.9.2010 

Virginia Bru comenta que “desde muy pequeña he sentido atracción por el mundo de la moda. Esto me llevo a desarrollar y confeccionar vestidos para mis muñecas. Lo que empezó siendo un hobby derivó en una idea de negocio. Así, con 15 años me embarqué en mi propio negocio de diseño de moda para muñecas por internet a través de una web que yo misma diseñé”.

“En aquella época –continúa- aprendía japonés en la Escuela de Idiomas y me interesaba por todos los movimientos culturales que de ahí venían. De este modo conocí la existencia de la muñeca que servía como modelo; es una muñeca muy especial con piezas intercambiables y totalmente customizable adquirida en Japón a través de internet. Durante estos últimos años me he dedicado a realizar vestidos para muñecas y venderlos; éstos me permiten menor inversión de materiales, pero aumentan la dificultad debido a la miniaturización”.

Virginia Bru Artero tiene 21 años. Terminado el bachillerato artístico se desplazó a Milán para cursar la carrera de Fashion Design en el IED Milano. “Toda una experiencia que me sirvió para entender la realidad de la industria de la moda en la ciudad con mayor tradición e historia”.

Llegado el segundo año, se trasladó a Inglaterra gracias a un convenio entre el IED y la universidad de Rochester, “lo que me ha permitido conocer distintos puntos de vista y modos de entender la moda en culturas tan diferentes”.

En la actualidad reside en Londres, donde realiza diversas prácticas en estudios como Emilio de la Morena, Giles Deacon o Alexander McQueen.

“Mis planes de futuro pasan por Milán, donde volveré para cursar mi último año de carrera y desarrollar mi proyecto final. Mi ilusión es crear mi propia firma, haciendo de mi pasión una forma de vida”, concluye Virginia.